“Abrevalijas”: 10 tips para un equipaje a prueba de robos

6) Sacarle partido al carry-on

Hay cosas que en otros países no son consideradas de valor, y en el nuestro sí. Ropa de cadenas low cost (como Forever 21 o Mango) es un buen botín para más de un abrevalijas. Por lo tanto, en el equipaje despachado evito poner ropa comprada afuera. Las prendas nuevas que traigo de un viaje van siempre conmigo en cabina. No traigo mucho, pero me sirve para acolchar la cámara, el celular, la compu y esas cosas del carry-on. Los abrigos y zapatillas los llevo puestos.

7) Comprar regalos cuando ya no necesitan ser cargados en una valija.

Tanto el Aeropuerto de Ezeiza como Aeroparque tienen el servicio gratuito de Duty Free Locker. Eso permite que vos compres regalos (o autoregalos) cuando salís de viaje. Comprás antes de embarcar, los dejás ahí en el aeropuerto y los retirás a la vuelta. La empresa es muy confiable, nunca tuve problemas. Tampoco escuché que alguien los tuviera. Sí es importante que tu aeropuerto de salida sea el mismo que el de llegada para que los puedas retirar. 

8) No llamar la atención de los abrevalijas.

Cuando tenés una súper valija a todo viento (o peor, varias haciendo juego) con logos de Louis Vuitton, cierres suizos, ruedas en kevlar, platinado de Ganímedes o el chiche que sea, tu equipaje se convierte en un blanco per sé. Y también se presta a que los abrevalijas crean que está lleno de tesoros en su interior. Cuanto más discreta, pobre y del montón, mejor.

Para identificarla, lo mejor es darle un marcador a tu sobrino para que se ponga creativo haciéndole un dibujo. O le podés grafitear cosas con Liquid Paper si es muy oscura. A la mía le escribo con lapicera los kilos que pesó en el check-in y la fecha de embarque. Son como sus trofeos (?) Anotarle el mail cerca de la manija también es una buena idea. Si se pierde y la encuentra un empleado honesto, tiene cómo avisarte fácilmente.

También está esta empresa que le pone un rastreador GPS a tu equipaje. Pero con los precios que tiene para mí no se justifica. Al menos en mi caso sale más caro el rastreador que las cosas que llevo, jaja.

9) A precintar como si se acabara el mundo.

Mi cuñada me hizo entrar al maravilloso mundo del precinto plástico. Son fáciles de usar y los podés poner por todas partes. ¡Incluso en bolsos que estén adentro de la valija! Se adaptan a todos los bolsillos, no pesan nada, no necesitan llave… Benditos sean. Tené cuidado de no colocarlos muy temprano: si después necesitás sacar algo de la valija y no tenés tijeras a mano, es medio complicado. También podés poner candaditos. Cuantos más obstáculos, mejor.   

10) No descontrolarse con el volumen.

Hay una regla de oro que sigo a rajatabla: nunca llevar más equipaje del que puedo cargar sola. Eso hace que mi máximo sea una valija a despachar, la cartera y una valija carry on. Cuando tenés tres, cuatro…CINCO valijas… En primer lugar, es difícil vigilarlas a todas. Por otro lado, es complicado armarlas bien siguiendo estos tips. Más vale una valija pesada -pero manejable- que tres livianas.   

¿Tenés algún otro consejo para compartir? ¿Te robaron los abrevalijas alguna vez? ¡Contanos!