Trámites: 14 tips para tramitar cosas y no morir en el intento

¿Qué tienen que ver los trámites con los viajes? La verdad, muchísimo más de lo que me gustaría. Hoy en día hay que tramitar varias cosas antes de viajar: pasaportes, visados, seguros, certificados de vacunación… Y eso se multiplica por mil si viajás para quedarte a estudiar, trabajar o directamente vivir en otro país.

En los últimos años me crucé con personas a las que se les achicaron oportunidades de irse al exterior porque se sienten incapaces de hacer trámites, que no entienden por dónde empezar y se frustran. La idea de este post es aportar consejos útiles para encarar estas tareas burocráticas. (Y de paso reírnos un poco, que nunca viene mal!)

Apuntes sobre la burocracia

Todo trámite que hagas va a salir mejor y más rápido si asumís el concepto de que la burocracia es como la vida misma, por lo tanto:

  •         No es razonable
  •         No es justa
  •         No tiene sentido
  •         Es lenta
  •         Sale cara
  •         Sólo te librás de ella cuando te morís

 ¿Por qué nos cuesta tanto tramitar cosas?

Lidiar con trámites ES frustrante porque nos viene a la mente la idea de que todo es inútil, aburridísimo e inconducente. Es lo que me pasaba cuando me tocó estudiar Filosofía en la facultad. Venía sufriendo lo indecible al tener que entender a Merleau Ponty hasta que un profesor nos dio el consejo de leer sin resistencias, sin querer corregir y sin aplicar una lógica propia.

La burocracia es como la filosofía, la física cuántica o la geometría euclidiana: cuanto más las pensás desde tu lógica, más sufrís. Y si querés bajar los conceptos a algo racional y concreto, menos vas a entender. Hay que entrar a esos universos como un bebé: llorando, pataleando, sintiendo que estás en bolas y cubierto de popó, pero sin ideas previas.

Entrando al universo de la burocracia: consejos útiles

  1. Exprimir al máximo toda la información que pueda brindarte la bendita Internet. Muchos trámites se pueden hacer online (más fácil, más rápido y a veces hasta más barato). El secreto es googlear, googlear y googlear.
  2. Hay trámites que SÓLO se pueden hacer online. Sería un bajón comerse un viaje hasta el Registro Civil de Vicente López para pedir una partida de defunción y enterarte que ya no se tramita en forma presencial. O ir hasta la Embajada de Italia para enterarte que los turnos ahora sólo se dan por Whatsapp. En serio, averiguá por internet primero.
  3. No por ir a las seis de la mañana vas a entrar antes: hay lugares que se manejan con turno previo… que te dan online. Tampoco por madrugar te van a atender mejor. Al contrario, hay empleados que ni bien arrancan la jornada están más despiertos y se ponen más puntillosos (por no decir que tienen más ganas de jorobar).
  4. Llevar SIEMPRE tu identificación personal. Hay oficinas públicas donde ni siquiera podés entrar a preguntar algo si no llevás DNI.
  5. Ante la duda, ir con fotocopias de los papeles que presentás. No hay nada más triste que tener que salir, entrar y hacer la fila de nuevo porque “no trajiste la fotocopia”. O peor, que se queden con los originales de tu carta de ciudadanía o de tu título secundario y no los recuperes JAMÁS.
  6. Prepararse para tardar más de lo calculado y no pasarla mal por eso: un buen libro, una botellita de agua, pañuelos descartables, ibuprofeno, galletitas. No confíes en que vas a poder usar el teléfono porque en muchas partes no te lo dejan sacar del bolso. Tampoco en que te permitan salir a un kiosco y volver a entrar.
  7. Los auriculares son un excelente medio para evitar a la gente que quiere charlar cuando vos no querés.
  8. El saber es poder: no descartes entablar conversación con alguien que parece tenerla más clara que vos respecto al trámite que estás iniciando. Y al revés también, ayudá a los desorientados aunque no creas en el karma.
  9. No hay que ser vagoneta. Lidiar con la burocracia es como ir al gimnasio, si abandonás la primera vez que algo no te sale, no ves resultados.
  10. Ir con tiempo es importante, pero mejor si vas A TIEMPO. Es decir, si podés no esperes al viernes para ir al banco ni a diciembre para hacer el pasaporte.   
  11. Diciembre es el peor mes para hacer trámites de cualquier tipo, sabelo. Y tatuátelo en el corazón, postealo y transmitíselo a todos tus seres queridos. Febrero, mayo, agosto y septiembre son tradicionalmente meses óptimos para tramitar cosas.
  12. Evitar ir el día inmediatamente anterior o posterior a un fin de semana largo, siempre.
  13. Cuanto más aplaces algo, más caro te va a salir. Al menos en Argentina, la burocracia tiene tanta inflación como cualquier otro bien o servicio de la economía. Los pasaportes pasaron de costar 300$ en 2013 a 500$. Ahora 1500$. Apostillar un documento por la Haya subió de 90$ en 2018 a 300$ en 2019. Tal vez sean cifras que no te molesten, pero pagar un trámite y enterarte que la semana anterior costaba un 400% menos no le gusta a nadie.
  14. Llevar más plata de la que calculás gastar (por lo dicho en el punto anterior) y no olvidar la tarjeta de débito. En varios lugares ya no aceptan pagos en efectivo, como Cancillería o Metrogas.

Gestores para trámites: ¿sí o no?

Personalmente no soy partidaria de tercerizar trámites. Por un lado, porque jamás gané tanto en un trabajo como para que me compense pagarle a un gestor en vez de tomarme el día libre y hacer las cosas yo. Por otro, porque siempre que se delega una tarea se pierde control sobre los tiempos. Una vez me tocó esperar un mes a una gestoría por un papel que podría haber hecho sola en tres días. Y encima me costó un ojo de la cara… pero bueno, ¡aprendí la lección!

Burocracia y círculos infernales

Es muy posible que te encuentres más de una vez con círculos viciosos de burocracia. O sea, cuando para pedir el papel A te exigen el formulario B, y para obtener el formulario B tenés que tener el papel A. Eso pasa muy seguido, y no solamente en Argentina.

Si tenés ciudadanía italiana y querés trabajar en España, por ejemplo, te piden el NIE. El NIE es el Número de Indentificación de Extranjero. Para sacar el NIE es requisito que te empadrones en un domicilio en territorio español. Pero para poder empadronarte tendrías que estar viviendo en un lugar fijo. Y para alquilar una propiedad las inmobiliarias te piden…el NIE y un contrato de trabajo. ¿Cómo salir de estos círculos?

La imaginación al poder

Aunque los trámites no parezcan un área donde lucir tu creatividad, lo son. Hay ocasiones donde tenés que pensar de forma lateral. Si no podés conseguir el papel A ni el B, quizás puedas conseguir el C, y ese habilite el A.

Yo quise abrir una cuenta bancaria en España -tengo la ciudadanía- pero no me permitían hacerlo sin domiciliar recibos. (¿Qué significa domiciliar recibos? Domiciliar recibos es poner impuestos o servicios en débito automático.) Lo que hice fue hacerme el DNI de ciudadana española no residente. Se hace sin turno, cuesta sólo 10€, te otorga un número de NIF y te simplifica muchísimo la vida a la hora de viajar. También existe la posibilidad de abrir una cuenta bancaria online en el Lloyd´s Bank (un banco inglés) sólo con pasaporte europeo. Se llama Revolut, y es más sencilla de obtener.

Tarjeta gratuita de la cuenta Revolut trámites de argentinos en España
Tarjeta gratuita de la cuenta Revolut

Resumiendo, es cuestión de encontrarle la vuelta, sin dar nada por perdido. Si en una sucursal o comisaría no toman tu trámite, hay que ir a otra. Si el Ministerio dejó de existir (me pasó), ir a la Secretaría más similar. Y no esperar jamás que te den todo hecho: a la burocracia se la vence a pulmón.

Ya dijimos que la burocracia es como la vida, así que no esperes que tenga sentido. ¡Buena suerte!

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